En su primera sesión ordinaria del año, la Cámara de Diputados logró romper la grieta con la ley de promoción de la economía del conocimiento, aprobada con 182 votos y el rechazo de dos diputados de izquierda.

El proyecto es una combinación de una iniciativa del gobierno y otra del diputado cordobés de la Democracia Cristiana Juan Brügge, acompañada por el massista Marco Lavagna y el macrista Luciano Laspina. Contempla bajar hasta el 15% el impuesto a las ganancias y otorgar un crédito fiscal por los aportes patronales a las empresas tecnológicas que exporten.

El régimen se extiende hasta el 31 de diciembre de 2029 y se agrega además a la extensión de la ley de software, sólo que adaptada a las nuevas industrias del rubro.  Se agregan los servicios informáticos y digitales; la producción audiovisual; biotecnología, biología, bioquímica, microbiología y afines; servicios geológicos; nanotecnología; y las industrias aeroespacial, satelital y nuclear.

También se incluyeron los sectores de videojuegos y robótica; electrónica y comunicaciones; la industria del 4.0; y todos los servicios profesionales que tengan por objeto la exportación, entre otros.

La ley reduce aportes patronales e impuesto a las ganancias a empresas que vendan conocimiento. Fue apoyada por todos los bloques, menos la izquierda.

"La economía del conocimiento se da cuando se vinculan la creatividad y la tecnología. Por eso este régimen tiene en cuenta los avances de la ciencia y la tecnología aplicadas a la producción de bienes, a la prestación de servicios y a la mejora de la producción industrial", explicó Brugge

"Estamos convencidos de que en el mediano plazo, incorporando todas estas actividades, vamos a duplicar el empleo de la economía del conocimiento, y vamos a más que duplicar las exportaciones. Las proyecciones indican que estaremos exportando en 10 años aproximadamente 15 mil millones de dólares, siendo la segunda actividad económica exportadora en Argentina", celebró el radical Luis Borsani. "Estamos ante una de las leyes más importantes para el futuro de la Argentina. Este tipo de leyes le permiten al país estar preparado para la cuarta revolución industrial", destacó el diputado del Pro Facundo Garretón.

Según datos del Ministerio de Producción, en este rubro el empleo entre 2007-2017 creció 65% más que en el resto de la economía y las ventas también crecieron en el mismo periodo 70% frente a un crecimiento general del 12%. Además, los salarios son un 35% más elevados que en el resto.

En la cartera de Dante Sica calcularon un beneficio en 11.000 empresas y 215 mil empleados y confiaron en llevar las exportaciones al US$ 15 mil millones en 2030. 

El kirchnerismo apoyó pero salió al cruce. El ex titular del Conicet Roberto Salvarezza, consideró que "esta ley dejaría a la Argentina preparada para entrar en el futuro si el Congreso tratara la ley de financiamiento de la ciencia que viene con media sanción del Senado y apoyo de todas las provincias".Y la economista Fernanda Vallejos recordó que las exportaciones de esta industria eran mayores en 2012, cuando había un dólar mucho más barato. 

Pero aprobó la ley a diferencia de la izquierda. "Lo único que hace esta ley es beneficiar a las grandes empresas tecnológicas", justificó Del Caño.